sábado, 28 de agosto de 2010

El mismo amor, la misma lluvia

-Me parece que nos vamos a tener que ir.
-¿Que pasa? ¿No te gusta mas la lluvia en la cara?
-Ah, es cierto. Me habia olvidado. Pero no cae igual.
-¿Que? ¿Tenes miedo?
-¡No! Ya estoy grande...
-Yo tambien, por eso.
-Una vez te dije que no queria hacer mas boludeces, ¿no?
-Tambien me dijiste que estabas enamorada... pero que eso no importaba. Que lo importante era el cariño, el respeto. El amor te quema.
-Cambie de idea. Ahora quiero algo que, por lo menos, me chamusque un poco. ¿Vos no?
-Yo... Que se yo. Yo de eso no se nada.
-¿Como? ¿Y los cuentos maravillosos que escribias?
-Eran una porqueria, Laura. Te gustaban solamente a vos. El amor, el melodismo, la pasión. ¡¿Quien me manda a mi escribir sobre cosas que no tengo la menor?! Sobre el miedo tendria que escribir yo. El miedo... Cátedra. Por miedo te perdi. Por miedo hago un laburo que odio. Le falle a Mastronardi, a su hijo... Perdoname, estoy un poquito... no queria. Yo siempre pense que lo que tocara se iba a convertir en oro. ¡Mira vos! Todo lo que toco se convierte en mierda.
-Bueno, no esta mal para empezar.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario