Es la memoria un gran don, calidad muy meritoria y aquellos que en esta historia sospechen que les doy palo, sepan que olvidar lo malo tambien es tener memoria. Mas nadie se crea ofendido, pues a ninguno incomodo; y si canto de este modo por encontrarlo oportuno, no es para el mal de ninguno sino para bien de todos.
Pero ponga su esperanza en el Dios que lo formó y aqui me despido yo, que he relatado a mi modo males que conocen todos, pero que nadie contó.
A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires: la juzgo tan eterna como el agua y el aire. Siempre he sentido que hay algo en Buenos Aires que me gusta. Me gusta tanto que no me gusta que le guste a otras personas. Es un amor así, celoso.
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