lunes, 19 de septiembre de 2011

A fin de cuentas, la humanidad no es nada más que un sándwich de carne entre el cielo y la tierra.


Si ya es hora de esconder del mundo el dolor bajo la piel 
Mas se que estaré bien... los gatos como yo caen de pie

No quiero jugar mi suerte por ti
No puedo con V pequeña vivir
Pronto estaré de aqui muy muy lejos 

Si ya es hora de limpiar las manchas de miel sobre el mantel
Yo nunca supe actuar y mis labios se ven muertos de sed

No quiero dejarlo todo al azar
Entiendo que he comenzado a estorbar
Pronto estaré de aquí muy muy lejos

Ay me voy otra vez, ay te dejo Madrid 
Tus rutinas de piel y tus ganas de huir 
Yo no quiero cobardes que me hagan sufrir 
Mejor le digo adiós a tu boca de anís


viernes, 16 de septiembre de 2011

No hay mejor cosa que terminar de acostumbrarse a que todo anda mal, para empezar a ser feliz.


Tendria que empezar a ser un poco mas egoísta, de pensar menos en los demás y un poco mas en mí. No esperar nada de nadie... Es la receta justa para ser feliz. 

martes, 6 de septiembre de 2011

Salgamos de este ruido, vayamos a ver salir el sol.

El miedo paraliza, seca la boca, te inmoviliza, te hace sentir pequeño, te encierra. El miedo esconde lo mejor de vos y saca a relucir la incapacidad, el no intentar. El miedo sigue siendo el enemigo mas grande de los cautos y cuidadosos. Pero es el motor de los valientes. Es el interrogante a la cordura. El que no arriesga, no gana. El que arriesga puede fallar. ¿Y después de fallar? Es volver a intentar. Con o sin ese miedo.
Tal vez sea la pregunta la mismisima respuesta: ¿Por qué tenemos miedo? Porque así como nos deja vulnerables, deja ver nuestra fortaleza cuando lo enfrentamos. Enfrentar el miedo no es mas que mirarse al espejo y descubrir que no somos perfectos, es descubrir que somos solo una hormiga mas. La inmensidad del Universo es tan intimidante, que ¿por que temerle a algo que solo nos derrumba? Si, al fin de cuentas, podemos levantarnos siempre. Es mucho mas fàcil fingir la valentía que enfrentarse a lo que nos aterra. Vivir con un termometro, un paraguas, botas de lluvia y chaleco es patético. El calor hay que sentirlo cuando llega el verano, sentir las gotas de lluvia en la cara es parte del otoño, pisar el pasto mojado en primavera y sentir el frío y ese abrazo cálido que nos devuelven en el invierno son pequeñas cosas que engrandecen la vida... Si somos cautos, vivimos en una burbuja. Si somos valientes, salimos a perder pero ¿quien te dice? En una de esas encontras la gloria.

Libertad es una palabra para "nada que perder"